El callejón del muerto en la Plaza de la Danza - Hotel Misión de los Ángeles Oaxaca

El callejón del muerto en la Plaza de la Danza

En la Plaza de la Danza de Oaxaca, se acostumbra celebrar distintos eventos culturales, así como presentaciones, orquestas, eventos políticos y representaciones de distintas leyendas de Oaxaca. Una de las tantas leyendas que se ha representado ha sido la de El Callejón del Muerto.

El callejón del muerto en Oaxaca es un pasillo angosto, solitario y, hasta cierto punto, tétrico, en donde ocurrió una muerte espantosa y terrorífica, de la cual no se sabe nada, más lo que están por leer.

En aquella época, en donde las luces provenían de faroles alimentados por aceite, existían los conocidos “serenos”, aquellas personas que portaban una escalera y un farol y se encargaban de informar a los habitantes sobre la hora y el clima. Uno de esos conocidos serenos, fue la persona que murió en aquel callejón oscuro y nublado…

Aquella noche, el sereno estaba haciendo su rondín en el callejón 2 de abril, como de costumbre, pero, de repente, un grito profundo y desgarrador hizo eco, haciéndole saber a las personas de tal callejón que algo había ocurrido, pero ninguno de ellos se atrevió a salir de sus hogares.

Minutos después, a unas cuantas calles, alguien se había encargado de ir al templo más cercano, informando al párroco lo que había sucedido y haciendo que alumbrara el camino con un farol.

Cuando el párroco llegó con el sereno, el cual ya estaba moribundo, se encargó de confesarlo y, pocos minutos después, el sereno falleció. El párroco estaba solo en aquel callejón, con un muerto y aquel hombre que había ido a avisarle acerca de lo sucedido.

Cuando el párroco volteó a ver al hombre, se encontró con que solo era él con el sereno, lo cual lo desconcertó, pues estaba seguro de que alguien le había avisado. Lo único que encontró en el piso fue aquel farol con el que había alumbrado el camino, mismo con el cual el sereno había llegado a ese callejón.

Al párroco se le heló la sangre al darse cuenta de que había sido la misma alma del muerto que tenía enfrente la que le había avisado sobre lo que había sucedido, así que se marchó a oscuras, pues no se atrevió a tocar el faro que el mismo muerto había tocado.

Tiempo después, el párroco pescó una sordera en el mismo oído con el que había escuchado al muerto confesarse.

Esta es una de las tantas leyendas que son presentadas en la Plaza de la Danza en Oaxaca, que está a tan solo unos minutos del Hotel Misión de los Ángeles Oaxaca.

Cada que vengas a visitar Oaxaca, la leyenda de tal callejón hará que no quieras visitarlo. En Hotel Misión de los Ángeles Oaxaca, te invitamos a hospedarte con nosotros y visitar la Plaza de la Danza y admirar las maravillas que Oaxaca tiene para ofrecerte. ¡Te esperamo!