La herencia precolombina de la gastronomía oaxaqueña produce un efecto de originalidad y sabor únicos, al mezclarse con los orígenes de México, y sus diferentes texturas gastronómicas.
Al viajar, una de las variables más importantes que debes considerar es la gastronomía. México es uno de los países con mayor variedad y riqueza gastronómica del mundo, así que si quieres conocerlo realmente, ¡debes hacerlo a través de su comida!
Oaxaca siempre se ha caracterizado por tener una cultura muy llamativa y espectacular, y en el caso de su comida no es la excepción. A continuación te presentamos los 7 moles típicos oaxaqueños que harán que te chupes los dedos, incluso antes de probarlos:
Mole Negro. El "típico" mole salado-dulce.
Se trata de una receta compleja, con muchos ingredientes como: cebolla, ajo, especias enteras como canela, clavo, pimienta negra y comino, chiles secos, semillas de calabaza y sésamo, hierbas como el hoja santo (que contribuye al color oscuro) y el cilantro, pan para espesar y, a veces, fruta seca para aumentar el dulzor. Ah, y mucho chocolate negro y amargo.
Mole Rojo
También conocido como mole poblano, es similar al mole negro, ya que utiliza muchas de las mismas especias e ingredientes base y también contiene chocolate, pero en menos cantidad. Esta versión es más dulce, picante y versátil. Se amplía con varios tipos de chile rojo seco como el pasilla, el guajillo y el ancho, también se le pone pasas pulverizadas y almendras o cacahuetes. Cuando la salsa está hecha, se suele añadir pollo, cerdo o ternera dorados.
Mole Coloradito
Representa el medio camino entre el rojo y el negro. Este mole marrón comparte los ingredientes básicos de las especias enteras, la cebolla, el ajo, las semillas y el chocolate, además cuenta con un impresionante ingrediente secreto para espesar y endulzar: el puré de plátano maduro.
Mole Amarillo
Es el más sencillo de todos. Quita el chocolate de la ecuación, porque este mole no tendrá nada de eso. Imagínate todo lo bueno de los tres primeros moles sin lo dulce y tendrás una deliciosa salsa para verter o usar como base de cocina para innumerables delicias mexicanas.
Mole Verde
Blanco por fuera, verde por dentro. Las pepitas o pipián extra, junto con los tomatillos frescos, los jalapeños y el cilantro son los ingredientes clave del mole verde brillante. Se puede diluir con caldo de pollo y verterlo sobre el pollo cocido para hacer una salsa sopera que se recoge con tortillas o pan.
Mole Chichilo
Este es un poco más intenso. Reúne todos los huesos de res que puedas encontrar, los vas a necesitar. Esta salsa oscura y picante comienza con un rico caldo de carne casero. El caldo rehidrata los chiles de árbol secos, las anclas y los guajillos, que luego se mezclan con los habituales ajos y cebollas cocinados a fuego lento. El mole chichilo se espesa con masa harina, harina de maíz curada con cal, o con tortillas frescas trituradas.
El famoso “Manchamantel”
Este mole "que mancha el mantel" hace honor a su reputación: entre la grasa roja brillante del chorizo, los tomates y los chiles anchos, no querrás manchar nada blanco. Con piña fresca además de plátano, el Manchamantel es una salsa dulce, picante y afrutada en la que cualquier proteína sería afortunada de cocinar.
Estas maravillas oaxaqueñas te dejaran con la barriga llena y el corazón contento. ¿Qué esperas para venir corriendo a Oaxaca?
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